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75 Años de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier.


   La Sociedad Excursionista Manuel Iradier se gestó en el seno del Club Deportivo Eibar donde funcionaba una comisión alavesa de montañeros, que se independizó del club guipuzcoano el año 1949. Desde el comienzo, los fundadores de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier tuvieron en mente organizar algo que, tomando como base el montañismo, abarcara varias disciplinas culturales. Los Estatutos Sociales que se aprobaron, siguiendo el modelo del Centro Excursionista de Cataluña al que se pidió información, pretendían en su articulado crear una sociedad dedicada al fomento del montañismo y de las excursiones, y que al mismo tiempo propagase entre sus socios distintos aspectos de nuestra cultura. El primer artículo decía que la Sociedad Excursionista Manuel Iradier tenía por objeto recorrer las comarcas españolas, especialmente la provincia de Álava, a fin de conocer, estudiar, conservar y reproducir gráficamente cuanto ofreciera de notable la Naturaleza, la Historia y el Arte en todas sus manifestaciones, así como las tradiciones y las costumbres de sus habitantes, y practicar y fomentar el excursionismo y los deportes de montaña en todos sus aspectos y modalidades. Ya en la primera junta se establecieron las secciones de Excursionismo y Montañismo, Arqueología y Arte, Fotografía y Exposiciones, Conferencias y Publicaciones, Etnografía y Toponimia, Historia, Espeleología. Al poco tiempo, a estas secciones se añadieron las de Ciencias Naturales, Paleontología y Mineralogía, Micología, Filatelia, Folklore, Teatro y Cine.


   Venancio del Val, cronista de la época, persona también vinculada a la Excursionista, en un artículo periodístico de agosto de 1949 anunciaba el nacimiento de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier y aplaudía sus objetivos fundacionales: “No cabe duda que es muy interesante y utilísima esta Sociedad para la cultura alavesa, pudiendo realizar por ella trabajos de importancia, encauzando y estimulando las actividades aisladas personales de algunos aficionados y empalmando con las de aquellos insignes vitorianos sobre cuyas figuras es pensamiento de la Sociedad dirigir ilustraciones adecuadas: tales como Lorenzo Prestamero, Ladislao de Velasco, Federico Baraibar, Becerro de Bengoa y el titular de la entidad, Manuel Iradier, cuyos pasos más o menos pretende aquella seguir si ya no en el continente misterioso de África que él exploró, si en cualquier otro lugar, y de una manera particular en esta tierra de Álava, que tanto tiene todavía por descubrirnos”.


   Y a fe que la Sociedad Excursionista Manuel Iradier cumplió los objetivos de su articulado. Además de la intensa actividad excursionista y montañera, tal como dice Venancio del Val, el reclamo inicial para atraer a todo tipo de profesionales o aficionados que estaban trabajando de manera individual en diferentes disciplinas científicas y culturales se plasmó primeramente con la presencia en la Excursionista de ilustres personas que ya destacaban en sus actividades particulares.


   En el devenir de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier se pueden diferenciar tres etapas. En las dos primeras décadas, las de 1950 y 1960, se puso más acento en la actividad montañera y en el conocimiento de nuestras cimas y cordilleras, además de congregar actividades iniciantes relacionadas con el Arte, la Arqueología, la Espeleología o las Ciencias Naturales, cuyos practicantes llegaron a desarrollar dichas disciplinas con gran éxito también fuera de la Excursionista.


   En una segunda época, entre la década de los 70 y la mitad de los 80, se acentuaron los esfuerzos dirigidos a la actividad cultural y científica y de trabajo en la defensa de las señas de identidad de nuestro pueblo, todo ello debido a la situación política del momento, utilizando el folklore como vehículo de difusión. Se trata de un periodo caracterizado por la búsqueda de nuestras raíces y con ávido sentimiento de identidad de país.


   Los últimos años en la vida de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier, desde mediada la década de los 80 hasta la actualidad, se han visto caracterizadas por actividades como el Montañismo, el Atletismo, la Micología o el Folklore, que han supuesto un mayor aperturismo y, a la vez, un revulsivo para seguir renovando su entusiasmo.


1949-1970

   El primer Presidente de la Excursionista fue el ingeniero agrónomo José María Díaz de Mendívil Velasco, que había sido Presidente de la Diputación de Álava entre 1940 y 1943. En 1953 fue relevado por Emilio de Apraiz Buesa, arquitecto, que detentó la presidencia de la Excursionista hasta 1967 y fue muy querido entre los socios. A Emilio de Apraiz le sustituyó el conocido ingeniero industrial José Ramón Aranzábal Alberdi hasta el año 1970.


   Como muestra del deseo de conocimiento, divulgación y disfrute de nuestro entorno, conjugando deporte y cultura, la primera salida oficial de la recién creada Sociedad Excursionista Manuel Iradier se organizó el 16 de octubre de 1949, congregando a los primeros 50 socios y visitando en primer lugar las iglesias de San Vicentejo y Peñacerrada, ascendiendo después a la Peña San León, en la Sierra de Toloño-Cantabria, y concluyendo con la vespertina visita a Laguardia y Ábalos.


   Fueron los años de las anuales fiestas sociales en la ermita-refugio de San Vitor de Gauna donde se hacía repaso de lo acontecido durante el año con la entrega de trofeos a los finalistas de los diferentes concursos de montaña, travesías, marchas reguladas, deportes de invierno, 100 montes, etc. Incansables socios como Gerardo López de Guereñu, padre e hijo, los hermanos Lascaray, Lucio e Ignacio, Juan Salazar, José Luis Vitoria, Todor Aguirre, Juan Cortázar, Imanol Pagalday, Isaías Grajales y un largo etcétera, acumularon innumerables logros entre los que estaban la colocación de buzones en las principales cimas cercanas; la construcción e instalación de cruces, algunas de ellas imponentes como la de Zaldiaran junto a su Belén navideño de obligada visita cada 1 de enero y otras cruces de menor tamaño como las de Ganalto, San León, Escamelo, Palomares, Cruz del Castillo, Mirutegi o Itxogana; la colocación de belenes en otras cimas; el arreglo y acondicionamiento de fuentes, etc.


   Durante los años 60, la Federación Española de Montañismo reconoció los méritos de algunos de los socios como Gerardo López de Guereñu Yoldi o Ángel Vallejo Rosen, en un momento en que las aspiraciones montañeras comenzaban a superar los logros en nuestras modestas cimas.


   Las cuevas comenzaban a ser conquistadas y plasmadas en cartografías, acumulando kilómetros de cavidades subterráneas desconocidas e incluso descubriendo yacimientos prehistóricos gracias a la Sección de Espeleología donde destacaron José Antonio Madinabeitia, los hermanos Arbosa, Julio y Ricardo, José Luis Sáenz de Ugarte, José María Elejalde o Armando Llanos constituidos en Grupo Espeleológico Manuel Iradier.


   De entre todas las cuevas que se fueron descubriendo y catalogando destacamos las de Mairuelegorreta, en el Macizo del Gorbea, por su especial identificación con el Festival Vasco que se celebró en su interior. En 1963, los espeleólogos de la Manuel Iradier tuvieron la novedosa y brillante idea de convocar a miles de personas dentro de la cavidad, en un lugar denominada Plaza de Toros, para festejar una Euskal Jaia con las actuaciones de la Coral Manuel Iradier y los grupos de danza y música de la Excursionista. Este festival se estuvo celebrando con gran éxito de público hasta el año 1967. Entre 1968 y 1971 no se celebró por no obtener el permiso gubernativo. Pero el año 1971 se reanudó con mayor vigor y poder reivindicativo.


   Para los socios menos proclives a asumir riesgos, la Excursionista reservaba la mayoría de las salidas programadas en la Sección de Montaña, cubriendo todas las cimas alavesas y limítrofes. Otras excursiones al territorio alavés tenían un carácter más cultural como las dirigidas por Micaela Josefa Portilla Vitoria, dando a conocer los resultados de sus investigaciones sobre Heráldica, Torres y Casas fuertes o la Ruta Jacobea por Álava. Ella absorbía gran parte de la actividad de la Sección de Historia, que no es poco. Micaela además de ser una excelente maestra de escuela está reconocida como la historiadora más destacada de Álava. En una carta dirigida a la Sociedad Excursionista Manuel Iradier, fechada el 18 de diciembre de 1996, con motivo de recibir el Premio Manuel Lekuona, concedido por Eusko Ikaskuntza, Micaela escribía: “Recuerdo, muy cordialmente y con cierta añoranza, los tiempos de mis primeros trabajos en Álava, al lado de la Excursionista y sus socios ya históricos, para mí amigos entrañables.


   Las reseñadas actividades excursionistas se complementaban con las puramente culturales o científicas en su variado repertorio de exposiciones y concursos de Fotografía; ciclos de conferencias y cursillos de Arqueología y Espeleología; iniciáticas secciones como las de Ciencias Naturales, Filatelia o la de Arte y Arquitectura, esta última recordada por las incursiones por el Vitoria medieval y del ensanche dirigidas por los hermanos Apraiz Buesa.


   En esta época también fructificaron otras secciones como la de Micología con el inolvidable Xabier de Olano, antiguo gudari, promotor de la “Exposición de Setas del País Vasco y Concurso Juvenil”, evento que fue un referente durante tres décadas. Junto a Olano trabajaron otros destacados micólogos como Luis Manso, Antonio Esteban o Vivencio Martínez Irigoyen. Esta sección compartía interés científico con la de Ciencias Naturales la cual llegó a organizar exposiciones, concursos y excursiones relacionadas con la Paleontología y la Mineralogía. Todas estas disciplinas científicas estuvieron en estrecha relación con el Museo de Ciencias Naturales de la Diputación Foral de Álava.


   También funcionó una Sección de Cine Aficionado, auspiciada por José Ignacio Vegas Aramburu, el cual luego derivó su interés por la Arqueología, y un Grupo de Teatro dirigido por Félix González Petite poniendo en escena varias obras de autores clásicos.


   La Sección de Arte y Arqueología congregó a los principales investigadores de la época como los hermanos Apráiz, Emilio y Ángel, los Gerardo López de Guereñu, padre e hijo, Jesús Guinea, Domingo Fernández Medrano, Armando Llanos, Nieves Urrutia, etc., que con el incondicional apoyo de la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria-Gasteiz dirigida por Vicente Botella, gran promotor del estudio de la cultura y la sociedad alavesa, dieron a conocer importantes monumentos y descubrieron los principales yacimientos arqueológicos que hoy conocemos cuyos materiales muebles engrosaron el recién nacido Museo Provincial de Arqueología.


   Especialmente reseñable es la presencia en la Sociedad Excursionista Manuel Iradier de José Miguel de Barandiarán, investigador en el campo de la Etnografía, y también de la Arqueología. Con Barandiarán en la Excursionista se fomentó la creación de la Sección de Etnografía reclutando a socios como Gerardo López de Guereñu, padre e hijo, Isidro Sáenz de Urturi, Iñaki Aguirre o Henrike Knörr. De la mano del sabio de Ataun, conocieron el cuestionario para un estudio de la cultura tradicional que aplicaron en diferentes comarcas y pueblos alaveses. En 1970, los mismos miembros de esta sección se constituyeron en Grupo Etniker de Álava, pasando a formar parte de los Grupos Etniker Euskalerria fundados por Barandiarán en todos los territorios de Vasconia.


   Antes de los años 60, la música y la danza apenas había tenido presencia en la Sociedad Excursionista Manuel Iradier. En 1959, el Grupo de Danzas Oldarki, liderado por Manuel García de Andoin “Manolo”, pasó a formar parte de la Sección de Etnografía. El 21 de mayo de 1961, con motivo de la bendición del Mirador del Puerto de Azazeta y la colocación de una imagen de la Virgen Blanca, junto a los dantzaris de Oldarki, actuó por primera vez la Coral Manuel Iradier dirigida por el memorable Emilio Ipinza que consiguió convertir el aficionado canto coral que se practicaba entre montañeros, en grandes y sonoros éxitos durante décadas, estando presentes en todos los actos relevantes de la Excursionista. En 1964, el Grupo de Danzas Oldarki se desvinculó de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier, aunque al año siguiente la danza volvió a estar presente, primero con el Grupo de Danzas Olarizu y luego con la incorporación del Grupo Infantil de Danzas Gaztetxu, creado en 1962 bajo la dirección de José María López de Elorriaga “Coppi” y que tuvo una floreciente y larga trayectoria en la Excursionista.


   Todo ello plasmado para la posteridad en el Boletín de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier, publicado mensualmente desde abril de 1950 hasta 1963 cuando se convirtió en bimensual, donde se exponían las actividades programadas por la Excursionista y los logros de algunos de sus socios entre los que se encontraban interesantes trabajos de investigación inéditos sobre la cultura alavesa.


1970-1985

   Desde 1970 a 1971 fue Presidente Gerardo López de Guereñu Yoldi, etnógrafo, montañero y gran fotógrafo como su padre. Entre 1972 y 1974 ostentó la presidencia de la Excursionista José Miguel Aguirre Oar, y entre 1975 y 1977 Joseba Azkarraga Rodero. Le siguió su hermano Ibon Azkarraga desde 1978 hasta el otoño de 1983, momento en que accedió al cargo Pilar García de Salazar Olano.


   La Sección de Montaña agrupaba a socios que principalmente cumplían con un calendario regular dando a conocer las cimas cercanas, intentando incorporar nuevos recorridos y lugares más lejanos dada la mejora en los medios de transporte y comunicaciones. No obstante, también contaba entre sus filas con otros socios que superaban nuestras fronteras y se aventuraban en alcanzar cimas importantes en Pirineos, Alpes o incluso en otros continentes. El éxito y el reconocimiento de la actividad montañera en Álava y País Vasco llegó con las dos primeras expediciones vascas al Everest que se gestaron en el entorno montañero de Vitoria-Gasteiz, la primera fallida en 1974 y la definitiva en 1980, con la presencia en ambas expediciones de algunos montañeros vinculados a la Excursionista, entre otros, Juan Ignacio Lorente, jefe de la expedición y coautor del documental “Agur Everest”.


   La década de los 70 estuvo plagada de iniciativas dirigidas al reconocimiento de la nación vasca con la organización de la “Feria del Libro y Disco Vasco”, la “Umeen Euskal Jaia”, las diferentes representaciones de las “Fiestas Vascas” y, sobre todo, el Festival Vasco “Euskal Jaia” de las Cuevas de Mairuelegorreta que había nacido en 1963 con un carácter local y puramente folclórico pero que a partir de 1971 y hasta el año 1983 llenó la cavidad principal de la cueva y sus exteriores de enfervorizada masa de seguidores llegados desde todos los puntos de la geografía vasca. En las entrañas del Gorbeia se vivieron uno de los más intensos momentos de reivindicación nacionalista en forma de festival con la presencia de los artistas vascos más destacados del momento como: Mikel Laboa, Gorka Knörr, Benito Lertxundi, Xabier Lete, Urko, Pantxo eta Peio, Gontzal Mendibil, junto con los mejores bertsolaris y acompañados por la Coral Manuel Iradier y los Grupos de Danzas de la Excursionista interpretando la inolvidable “Ezpatadantza” de Amaya y la “Danza del Oso”, especialmente compuesta para la ocasión. Gracias a la organización conjunta de los Grupos de Danzas, la Sección de Espeleología y la Sección de Montaña, este acto se convirtió en multitudinario, llegando a congregar el año 1973 a cerca de 20.000 personas, de los cuales apenas 6.000 pudieron presenciar las actuaciones en la gran cavidad denominada Plaza de Toros.


   Las secciones que habían alcanzado más desarrollo y calidad en sus investigaciones y realizaciones como Arqueología, Espeleología, Etnografía o Ciencias Naturales, se convirtieron en destacadas secciones del Consejo   de Cultura de la Diputación Foral de Álava hasta su disolución en el año 1988, momento en que dichas secciones se convirtieron en grupos independientes:

   - A partir de los años 60, los arqueólogos de la Excursionista pasarán a formar parte de la Sección de Arqueología, que ya existía en el Consejo de Cultura desde su nacimiento en 1941, entonces denominada Seminario Alavés de Arqueología, vinculados al Museo de Arqueología, y luego convertidos desde 1978 en el actual Instituto Alavés de Arqueología.

   - El Grupo Espeleológico Manuel Iradier y el Centro Alavés de Investigaciones Espeleológicas, se fusionaron en 1962 bajo el nombre común de Grupo Espeleológico Alavés pasando a formar parte del Consejo de Cultura. Cuando este se disolvió en 1988, el Grupo Espeleológico Alavés se convirtió en entidad independiente.

   - En 1975, la Sección de Etnografía de la Excursionista, constituida como Grupo Etniker desde 1971, pasó a engrosar las filas del Consejo de Cultura como Sección de Etnología, convirtiéndose en 1985 en el actual Seminario Alavés de Etnografía, y con entidad propia en 1988, cuando se deshizo el Consejo de Cultura.

   - La Sección de Ciencias Naturales de la Excursionista, en 1973 quedó constituida como Sección de Ciencias del Consejo de Cultura, integrada en la Agrupación para el Estudio y Protección de la Naturaleza de Álava (A.E.P.N.A). Desaparecido el Consejo de Cultura en 1988, pasó a denominarse Instituto Alavés de la Naturaleza.


   La importancia de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier en el ámbito cultural se puede medir en términos de la interrelación y colaboración público-privada de aquellos años cuando impulsaba y canalizaba recursos económicos relevantes destinados a las iniciativas que desarrollaban las diferentes secciones de la Excursionista.


   El Diputado de Cultura de la Diputación Foral de Álava, Pedro de Sancristóval y Murua, con motivo del 50 Aniversario de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier, cuando describía el Consejo de Cultura, que él dirigió, como compuesto de las secciones “…de arqueología, de ciencias naturales, de etnografía, de espeleología, de teatro, de cine, de música, de danza. Casi todo había nacido en la Manuel Iradier; fue la levadura, la harina y hasta el horno con que se hacía gran parte de la cultura alavesa. […] La cultura es una ciencia humana, es el humanismo, y por eso, una y mil veces, el Departamento de Cultura no tiene nada más que expresiones de agradecimiento hacia la Manuel Iradier…”.


   Las ansias de expansión de las secciones que en los 70 tomaron caminos independientes, no mermaron las ilusiones de otros socios que decidieron seguir utilizando la plataforma de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier para dar vida a iniciativas relacionadas con el Folklore o las Ciencias Naturales.


   La entrada en 1984 de varios atletas populares que se habían conocido participando en la Maratón de Nueva York y que coincidían en otras carreras pedestres como la actual Media Maratón de Vitoria-Gasteiz, a la larga fue un revulsivo para la Sociedad Excursionista Manuel Iradier porque marcó una nueva etapa y abrió la puerta a nuevos socios simpatizantes.


1985-2024

   Continuó Pilar García de Salazar Olano de Presidenta hasta que en 1991 le relevó Jesús Ordoñana Fernández de Arróyabe, primero de los miembros de la Sección Korrikalari que van a ostentar la presidencia hasta la actualidad. Entre 1994 y 1998 la máxima representación recayó en Juanjo Galdos López de Laño y desde 1998 hasta hoy, 2024, le sucedió Fernando Casi León, el que más tiempo lleva ejerciendo el cargo en toda la historia de la Excursionista.


   Si bien es cierto que el deporte fue adquiriendo mayor importancia en la Excursionista, otras disciplinas como las Ciencias Naturales o el Folklore, seguían y siguen estando presentes en la misma. Sin interrumpir su larga trayectoria en la Sociedad, la Sección de Micología ha seguido con su incansable trabajo de divulgación del mundo de las setas, con la organización anual de charlas y jornadas, todo ello representado en esta última época en la persona de Luis María Iriarte, acompañado del antiguo componente de Oldarki, José Ignacio González de Audícana “Antero”, atendiendo todos los lunes del año a las consultas sobre las setas recogidas por los aficionados.


   Durante toda esta época, la música tradicional no ha dejado de sonar en la Excursionista Manuel Iradier. El canto coral representado en la Coral Manuel Iradier tuvo su continuidad desde 1988 hasta 1992 con la Coral Goiz-Argi y con la Coral Gorbea-mendi, esta última cumpliendo una trayectoria de más de 25 años. Por otro lado, los txikis del Grupo de Danzas Gaztetxu que se habían hecho mayores, en 1981 crearon el Taller de Danzas Manuel Iradier. Durante los años 80 y 90, el Taller de Danzas representó a la Excursionista poniendo en escena varias obras como “Herria”, “Beste Gernikarik ez”, “Norantz”, “El Caserío” o “Los Bueyes-Idiak”, y participando en las últimas ediciones de la “Euskal Jaia” de Mairuelegorreta.


   A los grupos de danzas anteriores les han seguido otros grupos de jóvenes dantzaris como Algara Dantza Taldea, presente en los locales de la Sociedad desde 2000 hasta 2006, momento en que tomó un exitoso rumbo independiente, o el actual Jare Dantza Taldea, nacido en 2011 y compuesto por grupos de niños, jóvenes y adultos, acompañados de veteranos txistularis, gaiteros y de otros instrumentos musicales.


   La Sección de Montaña continuó renovando a sus miembros directivos que dieron un nuevo impulso al montañismo en la Excursionista y en Álava. Junto al resto de clubes alaveses, en septiembre de 1985 constituyeron la nueva Federación Alavesa de Montaña. Destaca la presencia del socio Javier Calvo Sánchez como Presidente de la Federación Alavesa desde 2008 hasta 2020, y en la Junta Directiva de la Euskal Mendizale Federazioa desde 2008 hasta 2021, llegando a ser Vicepresidente de la misma. Además de cumplir con un calendario de salidas más o menos regular, durante los años 90 se estuvieron organizando algunos viajes extraordinarios a los Alpes, a Menorca, a Escocia o a Córcega, asequibles para todos los públicos. Y entre 2003 y 2009 se organizaron salidas a Picos de Europa, Pirineos, Sistema Central y Sierra de Levante.


   El montañismo vasco comenzaba a ser conocido en todo el mundo y la Excursionista no era ajena a este movimiento encontrando a varios socios en las cimas de cordilleras allende nuestras fronteras o como finalistas de Marchas de Largo Recorrido. En las últimas décadas se ha estado al corriente de las hazañas vascas en el Himalaya, dada la vinculación de varios de esos alpinistas con la Excursionista. En especial destacamos el nombramiento de socio de honor a Juanito Oiarzabal Urteaga, y la organización en septiembre de 2018 de una marcha montañera por los Montes de Vitoria en recuerdo de Alberto Zerain Berasategi, fallecido en 2017 mientras intentaba coronar el Nanga Parbat (Pakistán).


   Desde el año 2020, los buzones, mugarris y cruces en diferentes cimas, colocados durante la primera época, están siendo revisados y restaurados por los socios de la Excursionista.


   Algunas de las excursiones cercanas han terminado convirtiéndose en salidas culturales, muchas de ellas organizadas por el veterano socio y etnógrafo Isidro Sáenz de Urturi Rodríguez, en ocasiones culminadas con una comida o con el tradicional menú en una sidrería vasca.


   La nueva sección bautizada como Korrikalari surgió en la Excursionista en 1985 formando parte de sus órganos de gobierno. La época que va desde entonces hasta bien entrado el siglo XXI está plagada de salidas a carreras populares de nuestro entorno: Behobia-San Sebastián, Santurce a Bilbao, Getxo, Santander, Tour du Pays Basque, Tour de Bearn, Angouleme, etc. en las cuales algunos de los korrikalaris cosecharon grandes triunfos. De grato recuerdo es la participación en la Maratón de Nueva York en 1993 acudiendo unos 50 miembros y acompañantes de la Sección Korrikalari. Además de Nueva York, algunos korrikalaris organizaron viajes y participaron en otras maratones nacionales o internacionales como Paris, Amsterdan o Ginebra, siguiendo la estela del maratoniano Martín Fiz Martín, con el que varios korrikalaris compartían entrenamiento, y al que se nombró socio de honor de la Excursionista.


   Quedan para el recuerdo la organización de la prueba “1.000 kilómetros”, la “Vuelta Pedestre a Álava”, las “24 horas Manuel Iradier”, la “Gorbea Barren Mendi Maratoia” o la “Media Maratón de Vitoria-Gasteiz”. Actualmente, gracias a la iniciativa conjunta de la Sección Korrikalari y la Sección de Montaña, pero con la implicación de toda la Excursionista, se vienen organizando varias pruebas multitudinarias que han adquirido gran prestigio como la marcha de “Los Tres Grandes Hiru Haundiak”, la marcha de “Los Montes de Vitoria” o la carrera pedestre “Vitoria-Estíbaliz”, todas ellas con más de 30 años de existencia.


   Fruto de todas estas actividades, la Sociedad Excursionista Manuel Iradier ha impulsado la edición de varios libros monográficos: “Integral de la Llanada Alavesa”, “Integral de Izki”, “Hiru Haundiak”, “Los Montes de Vitoria” y “Por los Montes de Vitoria”, todos ellos escritos por Eloy Corres Arrazolaoñate, ideólogo de la mayoría de esos recorridos convertidos en pruebas populares.

           

   A la par que los primeros korrikalaris iban abandonando la competición, no sin seguir en la organización de las pruebas nacidas en la Excursionista, se vieron implicados en otras modalidades deportivas que atraían a los socios más jóvenes como la bicicleta de montaña, con la celebración de cinco ediciones de la “Mountan Bike Sonsierra de Toloño”, o las carreras de montaña hoy conocidas como Trail o Ultratrail, que ya los precursores de la Sección Korrikalari habían practicado y bautizado como Correrías antes de que se convirtieran en carreras oficiales y que posteriormente provocaran la creación de un equipo de Carreras de Montaña dentro de la Excursionista, el Trail Running Taldea.


   En esta última etapa, la Sección Korrikalari junto con las secciones de Montaña y Micología, y los activos relacionados con el Folklore como los diferentes coros o grupos de danzas, recuperaron o continuaron con algunas actividades tradicionales de la Excursionista como la Fiesta Social de San Vitor, la repetición de la primera salida de la Sociedad a la Peña San León y posterior comida en la Rioja Alavesa, la colocación de belenes, la visita al Olentzero de Aránzazu o la participación desde 1992 hasta hoy en la Procesión de los Faroles, el día 4 de agosto, portando como cofrades de la Virgen Blanca el “Tercer Misterio Glorioso” al completo. También, cada año ha estado presente el recuerdo a los socios fallecidos con una misa en la iglesia de San Vicente. Especialmente entrañable es el mantenimiento de la costumbre del reparto de vino caliente el día 24 de diciembre en sus locales de la Calle Pintorería, momento de reencuentro con muchos de los socios y amigos entre cánticos y música popular.


   Además, el Boletín de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier volvió a editarse en 1986, esta vez con periodicidad trimestral, y a partir de 1995 semestral, publicación que en formato revista sigue editándose puntualmente, una en verano y otra en invierno, y que acumula más de 200 números lo que le convierte, junto con la Revista Pyrenaica de la Federación Vasca de Montaña, en una de las decanas dedicadas al montañismo y excursionismo.


   Otra de las nuevas iniciativas de la Sociedad es la organización desde 2017 de las “Jornadas Culturales” con exposición y charlas sobre temas relacionados con el montañismo y el excursionismo, celebradas en la Sala Dendaraba de la Fundación Vital de Vitoria-Gasteiz y que en 2023 ya ha completado siete ediciones.


Epílogo

   Como se puede comprobar, el bagaje de los 75 años de existencia de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier es amplio y voluminoso, acumulando innumerables actividades y eventos que han dejado huella en la sociedad alavesa. No es fácil encontrar en una misma agrupación a personas de la talla intelectual y humana de los citados, y abarcando variadas disciplinas científicas, culturales y deportivas, en muchos casos pioneras en el ámbito alavés, vasco y hasta nacional. Algunas de las relevantes personas que tuvieron relación con la Excursionista fueron nombradas “socios de honor”: Julio Caro Baroja, José Miguel de Barandiarán Ayerbe, Micaela Josefa Portilla Vitoria, Venancio del Val de Sosa, Martín Fiz Martín y Juanito Oiarzabal Urteaga.


   La importancia de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier no ha pasado desapercibida para ciertas instituciones que distinguen a personas o entidades que destacan por su contribución a la sociedad vitoriana y alavesa. En concreto, el año 1998 la Sociedad Excursionista Manuel Iradier fue honrada con la concesión del “Celedón de Oro”, y galardonada con el “Premio Landázuri” el año 2006.


   Gran parte de la fortaleza de la Sociedad Excursionista Manuel Iradier reside en sus personas socias, no en vano, desde hace varias décadas mantiene una masa social cercana a los 700 miembros, algo que pocos colectivos similares pueden ofrecer.


   En este relato del 75 Aniversario hemos destacado la labor dentro y fuera de la Sociedad Manuel Iradier de las actividades desarrolladas y de las personalidades y de los grupos que han dejado huella en la memoria colectiva de nuestro territorio. Sin embargo, sería injusto no mencionar a un gran número de socios y socias, algunos al frente de las diferentes secciones y actividades de la Excursionista, y otros anónimos colaboradores, cuya nominación en este texto conformaría una lista interminable. Para ellos también el aplauso general por su altruismo y desinteresada dedicación a la Sociedad Excursionista Manuel Iradier y a las actividades que promueve en su entorno territorial.


   En esta ininterrumpida trayectoria, en ningún momento se han olvidado los objetivos que impulsaron a los fundadores y que ha llevado a la Excursionista a cumplir 75 años de vida, con la ilusión puesta en seguir cumpliendo más.